ACORDEMOS UN PACTO: PARA DISMINUIR LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LA PANDEMIA EN LOS APRENDIZAJES
COLEGIO Y FAMILIA JUNTOS PARA QUE LA BRECHA NO CREZCA
“El futuro de los niños es siempre hoy, mañana será tarde.”
Gabriela Mistral.
Estimadas Familias Seminaristas,
Es de conocimiento general que la pandemia ha traído efectos negativos en amplios aspectos de nuestras vidas, los cuales incluyen la educación de los niños, niñas y adolescentes. Estudios recientes (Agencia de la Calidad de Educación, 2020) indican que el cierre de los colegios, afecta negativamente la adquisición y consolidación de los aprendizajes de los estudiantes. Esta desescolarización muy probablemente tendrá efectos acumulativos en cada uno de los estudiantes y en sus trayectorias futuras.
Por estos motivos, comprendiendo la urgencia de actuar hoy, pues según la expresión atribuida a Gabriela Mistral “mañana será demasiado tarde”, es que proponemos celebrar un pacto entre profesores, profesoras, asistentes de la educación, estudiantes, padres, madres y apoderados, con la finalidad de unirnos conscientes y activamente en resguardar el proceso enseñanza y aprendizaje, y luchar para que no se acreciente la brecha educativa que es causal de injustas desigualdades.
Para este pacto es indispensable contar con el apoyo de los padres, madres y apoderados, que son los principales pilares de la formación. De ellos se espera un involucramiento activo en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos e hijas. Lo que entre otras tareas se traduce en: Supervisar la asistencia regular a clases (en cualesquiera de sus modalidades); acompañar el cumplimiento de los quehaceres escolares; fortalecer hábitos que favorezcan el desarrollo integral; y mantener una comunicación constante y fluida con los profesores y profesoras.
Sin el compromiso de los y las estudiantes, todos nuestros esfuerzos serían inútiles. En consecuencia, requerimos de ellos y ellas para el éxito de este pacto. Es decir, que asuman una actitud comprometida con su proceso de aprendizaje; asistan y participen regularmente a las clases; y permanezcan atentos a considerar que las propuestas de enseñanza bien aprovechadas hoy, tendrán efectos en su propio desarrollo y opciones futuras.
Los profesores y profesoras, conocedores de su responsabilidad para con sus estudiantes, ya han expresado su compromiso de no restarse de este pacto. Y preparan los procesos de enseñanza y acompañamiento, considerando el actual contexto y buscando las estrategias que contribuyan al logro de los objetivos de aprendizaje y bienestar escolar.
Sabemos que cada nivel y curso tiene sus propias características y desafíos acordes a la etapa vital de sus estudiantes. Por ello invitamos a cada estudiante, familia, profesor y profesora a discernir sobre cuál será su aporte a este pacto. Es decir, identificar los compromisos que asumirá en primera persona (“yo”) y posteriormente convendrá con las demás partes de este pacto (“nosotros”).
Un pacto supone conocer el aporte que yo puedo ofrecer y que los demás me pueden dar. Un pacto exige construir relaciones de confianza. Un pacto se funda en el reconocimiento y afecto entre todos.
Esto releva una vez más la necesaria alianza entre familia y escuela.